Preguntas frecuentes

Dependerá del ordenamiento jurídico en el que nos encontremos. En El Salvador únicamente se acota el termino firma electrónica (simple o certificada), mientras que en algunas legislaciones latinoamericanas, si disertan ambos términos.

Una firma electrónica es una indicación de la intención de una persona de aceptar el contenido de un documento o un conjunto de datos con los que se relaciona la firma. Al igual que la firma manuscrita en papel, una firma electrónica es un concepto legal que captura la intención del firmante de estar sujeto a los términos del documento firmado.

La firma electrónica certificada es el tipo de firma que disfruta de mayores garantías legales y por lo cual, aquella más apropiada para la firma de cualquier contrato, documento o transacción que requiera dichas garantías. Sólo puede realizarse con certificados digitales  emitidos por un Prestador Proveedor de Servicios de Certificación debidamente acreditado en El Salvador. Por este motivo, la firma electrónica certificada es considerada por ley la equivalente de la firma manuscrita. Tiene un valor legal completo y garantiza la exigibilidad de un documento frente a terceros. La firma electrónica simple se realiza con los datos en formato electrónico ajenos a otros datos electrónicos o asociados de manera lógica con ellos que utiliza el firmante para firmar. Sin embargo, no goza de la presunción de veracidad y por lo tanto del no repudio de la firma. Es importante mencionar también que existen múltiples modos de realizar la firma electrónica simple, siendo la más garantista aquella emitida por un Prestador Proveedor de Servicios de Certificación acreditado en el Ministerio de Economía de El Salvador.

Allí donde sea necesario una firma con todas las garantías legales y de seguridad de quien firma es realmente quien dice ser. Puedes utilizarla para firmar electrónicamente cualquier contrato, documento o transacción como contratos laborales y mercantiles, contratos bancarios, actualización de datos bancarios, pólizas de seguro.

Allí donde no sea necesario garantizar la equivalencia a la firma manuscrita, con todas las garantías legales y de seguridad de quien hizo la firma. Puedes utilizarla para firmar documentos que no requieran un nivel de seguridad garantista.

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