La coyuntura actual de la economía, cada vez más competitiva e interrelacionada entre sectores, hace que los profesionales sean vulnerables a los efectos derivados de crisis locales y globales. El último ejemplo es el impacto que el COVID-19 está teniendo sobre la actividad empresarial de todos los países. Estamos siendo testigos de como algunos sectores ha disminuido su actividad drásticamente, y otros que se han adaptado a la situación, esquivando los efectos negativos del confinamiento.
En este contexto, los Colegios y Asociaciones Profesionales deben responder de forma ágil y diligente, haciendo frente a la rápida evolución de los mercados y las nuevas necesidades de los profesionales.
Estas entidades, ancladas muchas veces en un modelo de relación obsoleto, se ven obligadas a evolucionar para mantener su capacidad de ser competitivas y seguir ofreciendo servicios relevantes a sus profesionales. La consecuencia de no evolucionar y aferrarse al modelo tradicional es ser cuestionadas totalmente como referencia y desaparecer.
Un objetivo común: transformar las debilidades y aprovechar las oportunidades
En la última década hemos sido testigos de la evolución del sector de los Colegios y Asociaciones profesionales hacia un nuevo paradigma. La legislación y las tecnologías emergentes que crean nuevas profesiones están transformando las normas y los conceptos de los modelos de relación básicos del sector.
El sector ha experimentado una serie de cambios significativos que pueden resumirse en cuatro aspectos:
➤ Una reducción de la colegiación obligatoria, ya que la legislación vigente restringe la colegiación obligatoria a las actividades legales, sanitarias y técnicas.
Esta reducción de la obligatoriedad provoca una más que posible intrusión profesional en actividades antes propias de una profesión concreta, y ahora realizables por diferentes tipos de colectivos profesionales.
➤ La unificación del mapa colegial, que elimina la obligación de colegiarse en el Colegio correspondiente al domicilio del profesional.
Este hecho facilita la gestión de la movilidad de los profesionales y, a su vez, genera la competencia entre los Colegios, que deben ofrecer una mayor calidad de los servicios ofertados a los profesionales colegiados para no perder unos y atraer a otros.
➤ La aparición de nuevas tecnologías, que dinamitan en su definición el establishment actual entre los colectivos y su actividad profesional.
La capacidad de adaptación y de cambio de cada organización será clave para absorber como valor la irrupción de las tecnologías,
➤ A nivel del contexto normativo, los profesionales colegiados se ven obligados a relacionarse digitalmente con las Administraciones Públicas para poder llevar a cabo cualquier trámite en el que se vea implicada la Administración, ya que la presentación de dichos tramites únicamente puede hacerse de forma telemática o digital.
Esta obligatoriedad implica la necesaria digitalización que los Colegios ofrecen a sus colegiados, facilitando una actividad tan habitual en el ejercicio de su profesión.
Los puntos anteriores pueden ser vistos como debilidades de los Colegios y Asociaciones en el contexto actual, y si no quieren desaparecer, las organizaciones deben flexibilizarse en su gestión y entrar en la modernización de sus procesos. Transformar las posibles debilidades, derivadas de la coyuntura actual, en oportunidades de futuro inmediato debe ser la máxima para los Colegios y Asociaciones Profesionales.
Para dar y mantener su valor, los Colegios y Asociaciones deben transformar los servicios que ofrecen a sus profesionales colegiados y asociados, tanto los que relacionan al profesional con su Colegio o Asociación, como los que relacionan a dicho profesional con su entorno de actividad empresarial, formado por los clientes, los proveedores, y la Administración.
El nuevo profesional digital
El año 2020 será recordado, entre otras cosas, por ser el momento en que profesionalmente se avanzó de manera significativa en el cambio de paradigma del teletrabajo. La aceptación y la popularización del uso de la tecnología para las relaciones sociales y profesionales es una realidad, que marca el punto de inflexión necesario para que la modernización de las organizaciones no soporte una gestión del cambio problemática.
Las requeridas relaciones no presenciales implican una contrapartida telemática en todos los procesos con la Administración y con el entorno empresarial de cada profesional. Los Colegios y Asociaciones Profesionales no son una excepción, y deben proveer a sus profesionales colegiados y asociados de un entorno de relación completamente digital, que incluya plataformas de videoconferencia, de envío de documentación digital, y firma electrónica de contratos y otros documentos
Las organizaciones deben ofrecer a sus profesionales colegiados y asociados las herramientas modernas y digitales para sus relaciones directas y con el entorno empresarial correspondiente. Las más necesarias, en general para todas las organizaciones, son las siguientes:
● Oficina Virtual, para la relación no presencial entre el profesional y la entidad relacionada.
● Identidad Digital del profesional, como carné colegial o de la asociación, que le permite al profesional la autenticación como integrante del colectivo y, en caso de certificado digital, la firma electrónica de documentos relacionados con la actividad empresarial.
La Oficina Virtual de la organización implica una revisión de los procesos internos de la misma, para su optimización al tiempo que se digitalizan. La utilización de las tecnologías de tramitación de expedientes, de videoconferencia, de registro electrónico, y de firma electrónica, pueden combinarse de forma efectiva.
El resultado es un servicio moderno para el profesional vinculado, que valora y utiliza, y que revaloriza al Colegio y a la Asociación frente a su colectivo. Además, consigue la completa alineación con las directrices actuales de no presencialidad y tramitación telemática. De la misma manera, para la organización se obtienen beneficios tangibles, al poder digitalizar procesos, por ejemplo, realizar el proceso de colegiación o asociación de forma telemática conlleva un ahorro de tiempo y de recursos importante.
La Identidad Digital del profesional, proporcionada por el Colegio o la Asociación Profesional, permite proteger al colectivo del intrusismo, al tiempo que facilita la entrada directa de los profesionales en las relaciones telemáticas. Por ejemplo, la firma electrónica de contratos, laborales o mercantiles con clientes y proveedores, consigue una eficiencia en tiempo muy relevante comparada con la gestión habitual. Al igual que iusTime, un gran número de Colegios y Asociaciones profesionales comprometidas con sus asociados y con el cuidado de sus intereses, ya han dotado a los profesionales de su propia identidad digital.
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Fuente: iusTime | Red Internacional de Asesorías
Con lo visto anteriormente, parece obvio que los Colegios y Asociaciones Profesionales deben modernizarse o desaparecer.
La tendencia en todos los sectores y contextos indica que las relaciones sociales y profesionales son telemáticas en un mayor porcentaje cada día. Las organizaciones profesionales que no inviertan ni se impliquen en procesos de transformación y modernización digital, se condenan a sí mismas a ser substituidas por entidades más flexibles a adoptar tecnologías adecuadas a la nueva realidad, que a su vez es cambiante a una gran velocidad.
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