Si ya desde antes de la pandemia era el gran objetivo a seguir por parte de los bancos, el contexto socioeconómico post COVID ha obligado a la totalidad de las entidades a perseguir y a acelerar la digitalización. Tanto la propia, con los servicios e innovaciones implementados, como la de sus clientes.
Y es que a pesar de su apariencia tradicional, la banca se caracteriza por una innovación constante a lo largo de su historia. Y en especial la española que, según se recoge en el informe Digital Banking Maturity 2020 de Monitor Deloitte, están en la segunda posición mundial en transformación digital, solo por detrás de Turquía.
En este sentido y según datos del Observatorio de Digitalización Financiera de Funcas seis de cada diez clientes de las principales entidades financieras españolas ya están digitalizados (lo que supone unos 27 millones de clientes) y además, su conocimiento sobre términos como el BigTech y el FinTech ha aumentado considerablemente.
El papel de la firma electrónica en la digitalización de la banca
Dentro de las principales innovaciones que están revolucionando la banca, los servicios de firma electrónica que ofrece Uanataca son la principal herramienta para alcanzar una transformación digital real, eficiente y segura.
A grandes rasgos, se logra mejorar los procesos y la experiencia del cliente además de un importante ahorro en tiempo y dinero. Estos clientes digitales necesitan agilidad y reducir los trámites burocráticos y los desplazamientos a las oficinas.
Otra de las principales ventajas es que se reducen los errores humanos, ya que existen soluciones específicas que permiten automatizar el proceso de firma electrónica, llegando incluso a poder firmar grandes cantidades de documentos en cuestión de minutos.
La firma electrónica se puede usar en trámites como el onboarding digital de nuevos clientes, especialmente la firma electrónica cualificada: el hecho de facilitar la incorporación online mejora el dato de apertura de cuentas. Y es que los horarios de atención al cliente de las oficinas físicas suele ser incompatible con un alto número de clientes potenciales.
Otros trámites en los que Uanataca puede ofrecer servicios complementarios a la banca online para la implementación de la firma electrónica son la emisión de un préstamo, la solicitud de una tarjeta de crédito o el aplazamiento de pagos. Lo que consigue la firma electrónica cualificada, la única equiparable a la firma manuscrita, es que digitalizar procesos no comprometa en ningún momento las garantías jurídicas.
Además, al no tener la necesidad de enviar documentos entre oficinas o a los clientes, se reducen los costes operativos e incluso el riesgo de perder documentación original. Al conseguir que el servicio sea más rápido también se favorece que los empleados de la banca tengan más tiempo para realizar tareas más relevantes para el negocio.
Estas nuevas tendencias están generando un modelo de negocio más sostenible y un considerable ahorro de costes. Este movimiento se vincula con el auge de la banca verde. Lo que persigue este modelo es conseguir la rentabilidad velando a su vez por el respeto por los principios fundamentales que garantizan un impacto ambiental positivo.
Entre sus beneficios está la mayor eficiencia operativa, el crecimiento innovador en clientes o la mejora de la reputación al estar alineamiento con los intereses generales del país y de las comunidades a las que estos bancos sirven. Los productos y los servicios que ofrece como los procesos paperless o la optimización del consumo energético son todos sin impacto medioambiental.
Otras iniciativas que están revolucionando el sector bancario
Además de la consolidación de la firma electrónica, se están poniendo en práctica muchas más innovaciones para conseguir que la banca evolucione a un modelo aún más digital.
- Contactless, pagos a través de Wallet y proveedores de servicios de pagos como Bizum: de cara a seguir fomentando que la experiencia de usuario sea satisfactoria, los medios de pago son otro de los aspectos en los que la banca innova. Y es que los clientes desechan cada vez más el uso de efectivo para pagos en comercios por opciones como la tarjeta, el móvil, la voz o el reconocimiento facial.
- Aumento de la usabilidad de las apps bancarias: con el objetivo de mejorar su posicionamiento web y atendiendo a la preferencia de los usuarios de hacer sus gestiones online, los bancos se han visto obligados a mejorar las funcionalidades de sus páginas webs y aplicaciones móviles. Gracias a estas mejoras se explican fenómenos como el del aumento de venta de productos financieros online (planes de pensiones, fondos de inversión, bonos…) Desde la planificación financiera, la agrupación de gastos o la agilidad a la hora de bloquear una tarjeta extraviada. Son muchas las comodidades que ofrecen estos sistemas.
- Adopción del cloud computing: al trasladar sus cargas de trabajo a la nube, las entidades consiguen, entre otras cosas, liberar recursos para el desarrollo de activos digitales al optimizarlos o reducir los costes fijos al evitar infraestructuras sobredimensionadas. La idea es que los bancos aprovechen las diferentes modalidades de nube (privada, pública, híbrida…) para añadir rápidamente nuevos servicios, productos y aplicaciones digitales.
- El blockchain como el futuro de la banca digital: sabiendo que la mayoría de los servicios bancarios pasan por el proceso de mover activos de una cuenta a otra, se está estudiando el papel del blockchain. Y es que este puede ofrecer una forma más ágil de administrar las transferencias de activos. Estos libros de contabilidad distribuidos no pertenecen a una sola entidad. Y se cree que esa accesibilidad logrará que las transferencias sean más rápidas y económicas. Además, también pueden ser más seguras, teniendo en cuenta que la procedencia de los activos y el historial crediticio se registran como componentes inmutables.
La inteligencia artificial aplicada a la banca
La capacidad de la IA a la hora de analizar grandes cantidades de datos y obtener patrones significativos está transformando la banca. Esta es capaz de combinar algoritmos trazados y crear máquinas que imiten las capacidades del ser humano. El desarrollo de toda esta tecnología fomenta la optimización de procesos y la cercanía a los clientes.
Hay tres grandes áreas en las que resulta útil. En la detección de fraudes, ya que es capaz de captar con mayor rapidez posibles acciones sospechosas. En la evaluación del riesgo de ofrecer un crédito, midiendo el consumo habitual de los clientes. Y lo más importante, haciendo que el marketing sea más efectivo. Al analizar el comportamiento de las personas, se les puede segmentar y ofrecer productos financieros en línea con sus necesidades.
Es clave que los bancos sepan aprovechar de manera beneficiosa toda la información que puede recogerse de la interacción con los clientes. Así pueden saber si están satisfechos con el servicio, si existe riesgo de que vayan a la competencia. En este sentido, es especialmente útil la incorporación de chatbots que sustituyan la atención al cliente que se da en una oficina física. Según un estudio de la consultora McKinsey & Co, las tecnologías de inteligencia artificial pueden ofrecer a los bancos un valor adicional de 1 billón de dólares al año.
En conclusión, el esfuerzo que la banca está empleando en digitalizarse es tan notable que llega a suponer el 8,9% del total de la inversión en i+D+i empresarial. No solo se persigue por un objetivo de ahorro de costes, también es esencial mejorar el servicio acorde con las demandas que hacen los clientes. Y aquí es donde entra en juego la relevancia de la firma electrónica. Al ofrecerla, se consigue que la imagen de las entidades financieras sea mucho más sólida.