Con el auge del teletrabajo y del comercio electrónico, los contratos electrónicos se han convertido en un factor clave en la digitalización de las empresas.
En este post hablamos sobre los diferentes tipos de contratos electrónicos que existen, cuáles son los casos de uso más frecuentes en las empresas y cómo se puede firmar de forma rápida, sencilla y con las máximas garantías.
¿Qué es un contrato electrónico?
El contrato electrónico es un convenio entre ambas partes que se formaliza por medios electrónicos. Mediante este acuerdo legal, las partes firmantes expresan su voluntad, adquiriendo obligaciones legítimas cuyo cumplimiento puede ser exigido por ambas partes.
Pese a que tiene las características básicas de un contrato tradicional -contrato físico-, existen diferencias entre ambos tipos de contratos que nos permite diferenciarlo:
- No es necesaria la presencia física simultánea, pudiendo realizarse desde lugares diferentes.
- El consentimiento se realiza por medios electrónicos como la firma digital.
- Es paperless, recogiendo el contrato en un archivo digital.
Para evitar confundirlos, es importante aclarar que el contrato electrónico es un tipo de contrato a distancia. En la categoría de contratos a distancia también se incluyen todos aquellos que se celebren empleando exclusivamente vías de comunicación a distancia –correo postal, teléfono, fax, entre otros. -
Tipos de contratos electrónicos
En general, cualquier tipo de contrato puede celebrarse por vía electrónica salvo los relativos al Derecho de familia y sucesiones (por ejemplo, un testamento o unas capitulaciones matrimoniales). Existen diferentes criterios que permiten clasificarlos:
1.- Clasificación por los sujetos o partes contratantes: contrato electrónico de consumo o mercantil
En el contrato electrónico de consumo es necesario que, al menos una de las partes, sea un consumidor de productos o servicios, por ejemplo, la contratación de un seguro de vida. En el caso del contrato mercantil, todas las partes contratantes son empresas, por ejemplo, un servicio de catering para un evento corporativo.
2.- Clasificación por objeto del contrato: contrato electrónico de entrega o de prestación
En ambos casos, la diferencia está en lo que se vende. Los contratos de entrega se refieren a un producto, mientras que los de prestación se refieren a un servicio.
3.- Clasificación por la emisión de las declaraciones: contrato electrónico puro o mixto
En el contrato electrónico puro, las manifestaciones de voluntad de los firmantes se realizan exclusivamente por medios electrónicos, por ejemplo, mediante firma digital. En el contrato mixto, se requieren medios electrónicos, pero también métodos físicos.
4.- Clasificación por forma: contrato electrónico directo o indirecto
Cuando las compra y el consumo del producto puede ser gestionado de forma 100% online, el contrato será directo, por ejemplo, las plataformas de televisión en streaming.
En cambio, cuando el producto se puede comprar online, pero es necesario enviarlo físicamente, se trata de un contrato electrónico indirecto: ropa, dispositivos electrónicos, libros, entre otros.
Casos de uso
En el ámbito empresarial, los contratos electrónicos tienen diversos casos de uso, por ejemplo:
• Acuerdos de contratación de servicios en línea.
• Compra y venta de productos.
• Contratación de pólizas de seguro.
• Apertura de cuentas bancarias y contratación de productos financieros.
• Acuerdos comerciales a distancia.
• Documentos relacionados con la contratación de empleados; y muchas más posibilidades.
En el contexto de transformación digital que nos encontramos, las organizaciones prefieren utilizar los documentos electrónicos frente a los contratos tradicionales por su agilidad y flexibilidad.
¿Tienen validez jurídica los contratos electrónicos?
La respuesta es sí: los contratos electrónicos no constituyen, en sí mismos, un tipo de contrato diferente. En principio, si existe voluntad de las partes y un objeto o fin contractual que esté fundamentado en una causa lícita, el contrato tendrá validez jurídica.
En los contratos electrónicos, los medios tecnológicos permiten la manifestación de la voluntad indistintamente del lugar donde se encuentren las partes, es decir, no es necesaria la presencia física simultánea de los contratantes.
Por otro lado, el valor probatorio y los efectos jurídicos del contrato electrónico en un procedimiento judicial dependerá en gran medida de los medios tecnológicos empleados para expresar el consentimiento y las garantías del proveedor tecnológico. Es en este punto donde interviene la firma digital como factor esencial para garantizar la autenticidad y la integridad del documento, así como el no repudio del consentimiento expreso de las partes.
Al igual que ocurre en los contratos, la voluntad también es un factor esencial que determina la legalidad de la firma digital. Si las partes contratantes se encuentran en países diferentes, su voluntad de aceptar el uso de la firma digital es suficiente para que surta efectos jurídicos. En este artículo encontrarás más información al respecto.
¿Cómo se firma un contrato electrónico?
Cada día vemos que la experiencia del cliente gana terreno como factor esencial en el diseño de estrategias de éxito. Este enfoque también es necesario en el proceso de digitalización de la firma de contratos en los negocios, teniendo en cuenta aspectos como: reducir tiempos, evitar desplazamientos u ofrecer un valor añadido que nos haga destacar frente a la competencia.
La Firma One-Shot de Uanataca asegura que la experiencia de firma sea sencilla e intuitiva, permitiendo firmar un contrato electrónico con las máximas garantías en solo 3 pasos.
Gracias a Firma One-Shot, los clientes y resto de usuarios podrán firmar con certificado digital sin la necesidad de disponer previamente de uno.
Contratos electrónicos: cierra ventas al instante
Si queremos cerrar una venta, debemos ponerle las cosas fáciles al cliente. Para lograrlo, los contratos electrónicos son el cierre perfecto para una venta y la firma digital el valor diferencial. Algunas de las ventajas del uso de los contratos electrónicos son:
- Flexibilidad y rapidez: las empresas pueden perder ventas por culpa de los tiempos de espera de la firma de contratos en papel. Los contratos electrónicos simplifican y agilizan el proceso, brindando una gran flexibilidad geográfica y temporal, sin limitaciones de horarios de oficina o de atención al público.
- Mejora la experiencia del cliente: la innovación y el uso de herramientas tecnológicas es importante en la experiencia del cliente, mejorándola en su conjunto.
- Procesos paperless y 100% online: los contratos electrónicos no necesitan imprimirse, permaneciendo en formato electrónico. De esta forma, se reduce de forma significativa los costes de impresión y cualquier otro coste asociado o indirecto.